Un Enfoque para la Transformación Social
La educación en México se encuentra en un proceso continuo de transformación, impulsado por la Nueva Escuela Mexicana (NEM), un modelo educativo que busca no solo mejorar la calidad de la enseñanza, sino también contribuir a la construcción de una sociedad más justa, equitativa e inclusiva. Dentro de este modelo, las metodologías sociocríticas juegan un papel fundamental. Este enfoque pedagógico pretende ir más allá de la transmisión de conocimientos, promoviendo una educación que fomente el pensamiento crítico, la participación activa, la reflexión sobre la realidad social y el compromiso ético.
En este sentido, las metodologías sociocríticas dentro del marco de la NEM como el Aprendizaje Basado en Problemas (ABP), STEAM, Aprendizaje Basado en Proyectos Comunitarios (ABPC) y Aprendizaje en Servicio permiten a los estudiantes convertirse en ciudadanos activos, responsables y comprometidos con la transformación de su entorno social. Se requiere entonces, un análisis detallado de los planteamientos del Plan de Estudios de la NEM (SEP, 2020), de las características y los alcances de cada una de estas metodologías en el contexto educativo mexicano.
La Nueva Escuela Mexicana y el Enfoque Sociocrítico
La Nueva Escuela Mexicana (NEM), según el Plan de Estudios 2022, tiene como base una educación integral que fomenta la equidad, el respeto a la diversidad y la justicia social. Uno de los pilares fundamentales de este modelo educativo es el desarrollo de competencias cívicas y éticas en los estudiantes, para lo cual las metodologías sociocríticas son herramientas esenciales. Estas metodologías permiten que los alumnos no solo adquieran conocimientos académicos, sino que también sean capaces de analizar su entorno, reflexionar sobre las desigualdades sociales y participar activamente en la construcción de soluciones.
"La educación debe ser un proceso de liberación... [que] permita a los estudiantes desarrollar una conciencia crítica sobre su realidad social, política y económica."
Las metodologías sociocríticas se fundamentan en la pedagogía de autores como Paulo Freire, quien argumenta que la educación debe ser un proceso de liberación. De acuerdo con Freire (1970), la educación debe permitir a los estudiantes desarrollar una conciencia crítica sobre su realidad social, política y económica. Este enfoque coincide plenamente con los objetivos de la NEM, que propone un aprendizaje basado en la experiencia, la colaboración y la participación activa de los estudiantes en la construcción de su propio conocimiento.
La Conciencia Crítica como Eje Articulador
De acuerdo con el Plan de Estudios de la NEM, la educación debe promover una formación integral que integre aspectos cognitivos, sociales, emocionales y éticos, con un énfasis particular en la formación de ciudadanos conscientes, críticos y responsables. En este sentido, las metodologías sociocríticas cumplen un papel crucial al involucrar a los estudiantes en la reflexión y la acción sobre su realidad, favoreciendo no solo su desarrollo intelectual, sino también su madurez emocional y cívica.
Para lograr lo anterior, resalta el uso de las metodologías sociocríticas, planteándolas como enfoques pedagógicos que buscan desarrollar en los estudiantes una conciencia crítica sobre las estructuras sociales, económicas y políticas que afectan su vida cotidiana. Estas metodologías fomentan la reflexión, la acción colectiva y el compromiso social. En el contexto de la NEM, se promueve que los estudiantes no solo comprendan los contenidos académicos, sino que también reflexionen sobre el mundo que los rodea y participen activamente en su transformación. Estas se retoman como el eje articulador en los procesos de planificación didáctica que se proponen en DidAppTic.